No somos valientes
para reconocernos y aceptarnos, ser auténticos
No somos fuertes para
integrar los errores como oportunidades de aprendizaje
No somos sensatos para
ocuparnos más en ser y menos en tener.
Estamos enfermos. Buscamos en otros defectos
para justificar nuestras carencias
Tildamos de ingenuos a los que
adoptaron la felicidad como una actitud
Marcamos de corruptos o simples
herederos a los que tienen abundancia económica
Estamos enfermos. Vemos la tragedia, la multiplicamos y nos interesa
Compartimos con mayor facilidad y
asombro las malas que las buenas noticias
Nos empeñamos en volcar la atención
en los superficial y nos desinteresamos por lo profundo
Nos convencemos de las ausencias
ignorando las presencias y sus milagros.
Estamos enfermos. El odio y el
rencor es la Bandera de nuestros Egos.
Buscamos culpables de nuestras
carencias en vez de trabajar en ellas
Preferimos amputarnos que perdonar,
perdonarnos.
El orgullo nos aúpa a continuar
ciegos, en vez de trabajar por ver y cambiar eso que nos duele
Estamos enfermos. Perdimos la
magia
Olvidamos que dentro de nosotros
están las respuestas
Negamos la buena voluntad del otro,
desconfiamos
Rechazamos la fuerza del amor, la
condenamos
¿Cómo nos curamos? ¡En gerundio!
Integrando,
confiando, asumiendo, observando, CREYENDO, responsabilizándonos, perdonando,
perdonándonos,comprendiendo, asumiendo, ACEPTANDO, internalizando, analizando,
SINTIENDO, escuchando, AMANDO.
Sobre todo, amando. Salgamos del miedo que nos
paraliza o nos hace correr, y entremos en el amor que nos fortalece y nos hace
crecer. SIGAMOS.